Veranear estando embarazada

Estoy embarazada y me voy de vacaciones:

¿Cuándo debo irme?

Si pudieras elegir cuándo tomarte ese merecido descanso, lo ideal es que lo hagas en el segundo trimestre del embarazo. Es decir, entre las 14 y las 30 semanas aproximadamente.
Esa es la época en la que nos encontramos mejor, en la que las náuseas y el malestar han desaparecido, pero en la que aún no estamos muy “gordas” y podemos movernos, vestirnos y disfrutar de unas vacaciones con cierta libertad y sin grandes restricciones físicas.

¿Puedo volar?

Es la pregunta más frecuente que nos hacen en la consulta las embarazadas. Para volar en aviones comerciales algunas compañías tienen un límite en la edad gestacional a partir del cual no permiten a la gestante subir a bordo. Ese límite está entorno a los 8 meses, o, lo que es lo mismo, las 36 semanas, si bien alguna compañía como Air France no ponen ningún tipo de restricción.
Otras empresas simplemente exigen un documento que “permita” volar a la embarazada firmado por un especialista.
Es complejo, de manera que ya hablaré de este tema más adelante.

¿Qué debería prevenir?

En realidad lo mismo que fuera del embarazo; los alimentos crudos, el agua no potable, picaduras de insectos… .
Si bien nunca es agradable contraer una diarrea del viajero, en estados avanzados del embarazo puede ser mucho más grave, afectar más al estado general o retrasarse su curación. Además la deshidratación podría terminar desencadenando contracciones prematuras.

¿Dónde no debería viajar?

El sentido común nos dicta que, aunque estemos ante un embarazo normal y sin complicaciones, a priori tiene más sentido viajar a países con cobertura sanitaria de primer nivel.

 

También es altamente recomendable no estar muy alejados de lugares civilizados o en sitios aislados o de difícil acceso por largos periodos de tiempo (safaris, cruceros, etc).

¿Qué debo evitar?

Los esfuerzos físicos extenuantes. El que nos encontremos bien y, en ocasiones, queramos demostrar que el embarazo no nos limita, a veces nos hace lanzarnos a actividades que no podremos desempeñar.
Recordad que en la semana 20 del embarazo (hacia la mitad del mismo) nuestro corazón ya está trabajando un 50% más de lo que habitualmente trabaja.
No os dejéis engañar por estar o no “gordas”, la mayor parte del trabajo se la lleva vuestro corazón, y en verano con el calor y la hipotensión propia del embarazo, en ese esfuerzo físico podríais daros algún susto innecesario.
De manera que olvidad subir montañas, hacer rafting, escalada, submarinismo…. El Everest puede esperar.

¿Qué puedo hacer?

Diviértete, disfruta con tu pareja o tu familia y amigos.

Sonríe a la vida que te ha puesto en un lugar privilegiado y te ha otorgado una de los mayores privilegios, el de ser madre.

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